De una manera creciente, el diseño ha mostrado como puede y debe ser también una herramienta al servicio del debate y la crítica. Conscientes que el sistema en el que vivimos es imperfecto, generando muchos desequilibrios ambientales y sociales, necesitamos desarrollar mejores mecanismos para cuestionarlo, facilitando que el conjunto de la sociedad pueda discutir sobre ello para finalmente poder plantearse con más solidez los cambios que considere.
Por la propia naturaleza de la disciplina del diseño existe una amplia diversidad de posibilidades de incorporar esa actitud, desde los procesos y propuestas más inmersas en las propias dinámicas del mercado, a las más deliberadamente enfrentadas a él.
Este curso pretende hacer una panorámica general sobre ello, examinando brevemente algunas de sus principales estrategias para un diseño más sostenible y generador de un cambio social.